EUROPA
PRESS
21 febrero
2020
Esta
es la verdad sobre la eyaculación femenina: No es un mito
Hasta hace no mucho la eyaculación se
atribuía únicamente al hombre, cuando la eyaculación femenina es una realidad,
pero no la que nos cuentan en las películas. Así que todas las mujeres
eyaculan, ya que además se ha comprobado científicamente.
De hecho, estudios recientes sugieren que todas las mujeres
eyaculan, sólo que algunas son conscientes de ello y otras no, algo relacionado
con la cantidad emitida y expulsada, ya que algunas generan poca cantidad, o
porque el eyaculado se dirige hacia la vejiga.
Así, la eyaculación femenina consiste en un fenómeno
fisiológico, más allá de la propia lubricación, y que ocurre en la fase de
excitación. “Se trata de un líquido blanquecino y espeso, pero poco
abundante, que las mujeres segregan al orgasmar a
través de las glándulas de ‘Skene’, que
se ramifican alrededor de la uretra (conducto que va de la vejiga al
exterior)”, explica en una entrevista con Infosalus
la psicóloga y sexóloga Laura Morán, con motivo de la publicación de ‘Orgas (mitos)’ de Next Door Publishers.
En concreto, a las glándulas de ‘Skene’
o ‘parauretrales’ se las considera a las
“primas hermanas de la próstata masculina” o como la próstata
femenina en estos contextos. Están ubicadas dentro de la anatomía vaginal,
alrededor de la uretra, y con una estructura similar a la del hombre.
La Fundación Sexpol indica en este
sentido que estas glándulas se localizan de forma paralela a la vagina, como a
dos centímetros de la entrada de ésta. “El tamaño de nuestra próstata
oscila entre los dos y los cinco centímetros de largo y uno coma nueve
centímetros de ancho, en reposo”, añade.
Cuando está llena (de líquido, no de sangre) puede llegar a
triplicar su tamaño, según advierte. Además, señala que la próstata tiene un
conducto bífido que la comunica con el exterior, y cuyas salidas están situadas
a ambos lados del meato urinario. Así, afirma que la eyaculación no sale por la
uretra, sino por estos dos conductos ubicados muy cerca del meato urinario.
“Según las casi inexistentes investigaciones, el 80%
de las mujeres posee estas glándulas, conformando así la próstata femenina
cuyas funciones siguen siendo investigadas. Así que, casi todas las mujeres son
capaces de eyacular aunque no se den cuenta o no lo sepan”, aprecia.
El líquido en sí no es especialmente abundante, según
continúa Morán, y debido a su espesor y a que no es proyectado por la
contracción de ningún músculo, no suele brotar como el semen masculino.
Además, esta especialista señala que su análisis químico
indica que contiene componentes similares a los que podemos encontrar en el
semen. Científicamente se ha visto también que está formado por glucosa,
creatinina o restos de urea, por ejemplo.
Morán señala también que se puede lograr la eyaculación
femenina estimulando la zona parauretral, y a través
de la estimulación del punto G (a 3 centímetros de la vagina) “Se trata
de un punto sobre el que hay debate entre los profesionales ya que no existe
una estructura u órgano que en sí mismo sea el Punto G, aunque la zona señalada
coincide, casualmente, con la estimulación indirecta de los bulbos vestibulares
del clítoris”, aprecia la sexóloga.
Desde la Fundación Sexpol
sostienen que la eyaculación se puede producir estimulando el clítoris o
cualquier otra parte del cuerpo que pueda desencadenar un orgasmo, y a muchas
mujeres les resulta más accesible mediante la estimulación del punto G porque
al presionar la zona, las glándulas de Skene también
son presionadas, provocando la eyaculación.
“También se asocia la eyaculación al orgasmo, pero no
tienen por qué ir unidos. Se puede producir la eyaculación al presionar la
musculatura pélvica, o bien al dar a luz, o bien cuando las glándulas de Skene se llenen; sólo que en estos casos se asocia a
pérdida de orina, pero puede no ser así puesto que no tiene el mismo olor, es
casi inodora, trasparente y con un ligero sabor salado. Es importante tener
esto claro porque no son mejores los orgasmos si van acompañados de la eyaculación
ni viceversa”, advierte la Fundación Sexpol.
Finalmente, cabe apuntar que otra cosa muy distinta de la
eyaculación femenina, aunque suceda cuando la mujer mantiene el orgasmo, es el
‘squirting’, según precisa esta sexóloga
Laura Morán, un líquido que es más transparente que el líquido blanquecino de
la eyaculación, y que científicamente se ha verificado que contiene urea y
componentes similares a los de la orina. Además, es expulsado por la uretra, no
por la vagina ni por las glándulas de Skene.